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jueves, 20 de septiembre de 2012

Marie Balmary: Las personas más útiles te salvan de la Verguenza


Marie Balmary
Marie Balmary

Sin prejuicios
XAVIER GÓMEZ
“La persona más útiles la que te salva de la vergüenza”
LA CONTRA
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET
En los 70 presenta su tesis sobre los fundamentos del psicoanálisis y
pone en duda el complejo de Edipo. La Sorbona y el establishment psicoanalítico la rechazan, así Balmary se libra del vasallaje incondicional a las enseñanzas de Jacques Lacan y contacta con su hermano, Marc Lacan, un monje benedictino (de sus conversaciones nace El monjo i la
psicoanalista, Fragmenta Editorial). La joven psicoanalista no está de
acuerdo con el Dios bíblico que dibuja Freud e intuye que ese texto fundacional de nuestra civilización encierra importantes claves. Desde entonces estudia la Biblia en hebreo y en griego y tiene un grupo de lectura e interpretación que relee cada fragmento, sin prisa, sin prejuicios.
Con qué idea sublevó a sus colegas?
En mi tesis quise revisar algunas de las ideas de Freud, como el complejo de Edipo. Cuando comenzó a tratar a mujeres que decían haber sufrido abusos sexuales por parte de su padre, hermano o familiar, Freud las creyó. Pero tras la muerte de su padre se desdijo.
Y para usted esos abusos no tenían nada de imaginarios.
Exacto. En la propia familia de Freud había una atmósfera de secreto. Su padre estuvo casado tres veces, una de sus mujeres desapareció misteriosamente y Freud no se enteró hasta la muerte de su padre. Fue entonces cuando concluyó que no podía haber
tantos abusos por parte de los hombres, que
se trataba de los deseos inconscientes de
sus pacientes femeninas de tener relaciones
sexuales con su padre.
Dicho así parece una simpleza.
No olvidemos que Freud vivió en la Viena
victoriana. “¡Usted está destruyendo el
psicoanálisis!”, me dijo mi profesor de tesis,
alumno de Lacan. Entonces Lacan me
llamó, quería conocer mi investigación. Al
final de la conversación me dijo que mi tesis era muy interesante y que pasara por
caja. Quería que le pagara la consulta.
Y se fue a ver al hermano pequeño de
Lacan, monje benedictino. ¿Por qué?
Buscaba hacer compatible la dimensión espiritual con la psicoanalítica, esa vía que había cerrado Freud. Los textos bíblicos son el
fundamento de nuestra cultura, en ellos se
define el yo, el tú. La lectura de la Biblia de
aquel hombre feliz y sereno era muy abierta
y jamás se servía de Dios contra el hombre.
Buen criterio.
Me dio la fuerza que necesitaba para excavar en los textos bíblicos donde se ve claramente que hay dos religiones según la manera como se traduzcan: una religión a la que
hemos de servir y otra que nos sirve.
¿Cómo interpreta el pecado original?
Las palabras culpa y pecado no se citan en
el relato del jardín del Edén, aparecen con
Caín y como un peligro que le amenaza.
Dios le dice: “La culpa está escondida ante
tu puerta y tú tienes que dominarla”.
¿Y eso qué significa?
La culpa no se presenta como algo moral,
está narrando la dificultad de la relación entre hombre, mujer, padre, hijo, madre.
Una lectura psicoanalítica, sin duda.
En la Biblia encontramos la misma lectura
simbólica que permite que la gente encu
¿Sin culpas ni sacrificios?
Así es, no es un Dios que pide sacrificios, es el Dios de la palabra que apela al ser humano a liberarse y expresar un yo profundo capaz de formar parte de un nosotros significativo. Creo que incluso para los no creyentes es tranquilizador saber que Dios no pidió a Abraham que matara a su hijo.
¿Ah, no?
Le pide, en hebreo, que lo levante, que lo eleve. Pero Abraham no conoce otra manera, según las costumbres, que quemarlo. Y
cuando se lo pide se nombra a sí mismo como Elohim, que significa “los dioses”. Cuando le dice que no le haga daño al niño se
nombra YHWH, como el yo personal, el
Dios que le cura de la obediencia de matar.
Entonces es un texto lleno de matices.
Lo es, pero en la mayoría de las traducciones se pierden. En el pasaje del Génesis 17,
15, Dios le dice a Abraham que a su mujer,
Sarai, que significa “mi princesa”, la llame
Sara, que significa “princesa”, es decir, princesa para ella misma.
¿Qué otros puntos clave nos ayudan a cambiar esa visión de un Dios arbitrario?
Cuando Caín y Abel hacen sus ofrendas,Dios acepta la de Abel y rechaza la de Caín;me llevó 17 años entenderlo: Abel le ofrece
ovejas de su rebaño y Caín le ofrece frutos
de la tierra, como un dibujo sin firmar, y
Dios no acepta que no esté presente en su
ofrenda. Este Dios quiere que las personas
sean ellas mismas. Otro ejemplo del nuevo
testamento: “Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”, ¿conoce las palabras precedentes?
No.
Viene a decir: no guardes rencor contra tu
hermano, pero tendrás que reprocharle cosas para no cargar con su culpa; y así amaras a tú prójimo como a ti mismo. No es posible amar al otro como a ti mismo si no le has
aclarado su falta contra ti.
Entonces, ¿no estamos malditos?
En el Génesis, Dios no maldice a Adán y
Eva, maldice a la serpiente. Pero en nuestro
espíritu tenemos un ogro, una voz que nos
culpabiliza, que nos hace reproches más feroces que los que nos hicieron nuestros padres. A menudo leemos la Biblia desde esa
voz y creemos que esa es la voz divina.
¿Qué corrompe nuestra mente y qué la
sana?
Quizá la mentira sea lo más terrible y la verdad lo más sanador, porque cuando reconocemos un error, una maldad, el propio mal
puede convertirse en bien, porque la verdad sobre el mal cambia el mal. Cuando uno
reconoce ante otro que le ha hecho daño,
nace una nueva relación.
A usted ¿qué verdad le ha servido?
Expulsar de mi cabeza esas otras voces que
no eran mías, las que te dicen “¡Porque
tú...!”. Eliminar esa falsa conciencia te permite otro tipo de relaciones de mayor calidad, estar realmente presente. El filósofo
André Chouraqui decía que la persona más
útil es la que te salva de la vergüenza.
IMA SANCHÍS
Sin prejuicios
XAVIER GÓMEZ
“La personamás útilesla
que te salva delavergüenza”
LA CONTRA
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET
En los 70 presenta su
tesis sobre los fundamentos del psicoanálisis y
pone en duda el complejo de Edipo. La Sorbona
y el establishment psicoanalítico la rechazan, así
Balmary se libra del vasallaje incondicional a
las enseñanzas de Jacques Lacan y contacta
con su hermano, Marc
Lacan, un monje benedictino (de sus conversaciones nace El monjo i la
psicoanalista, Fragmenta Editorial). La joven
psicoanalista no está de
acuerdo con el Dios bíblico que dibuja Freud e
intuye que ese texto fundacional de nuestra civilización encierra importantes claves. Desde entonces estudia la Biblia
en hebreo y en griego y
tiene un grupo de lectura e interpretación que
relee cada fragmento,
sin prisa, sin prejuicios.
Nací en Bretaña y vivo en París. Casada, dos hijos y tres nietas. Creo que tanto en sociedad
como en política lo importante es el intercambio. La trascendencia es una dimensión del alma, del corazón humano, que busca manifestarse, lo veo a diario en la consulta
PASEO DE GRACIA, 95
BARCELONA
TEL. 0 93 4672256
DOLCEGABBANA.IT
M




Freud hasta Dios
De Mary Balmary

Qué gran libro ha caído en mis manos. «Freud hasta dios», de Marie Balmary,
editado por Fragmenta Editorial. La autora es psicoanalista y busca en la teoría
freudiana las fallas que mantiene con respeto a las teorías religiosas de la
liberación. Se completa con el texto de una conferencia dada en Barcelona en 2008
con el significativo título de «Religiones para servirlas o para que nos sirvan».
En «Freud hasta dios», siguiendo el acostumbrado camino del análisis psicológico
de extraer conclusiones generales de citas concretas particulares, va hilvanando
citas de Freud, de Jung, de Ferenczi, de Nietzsche y de las Escrituras. Cuando, por
ejemplo, Freud le comenta a Jung y Ferenczi en el barco que les lleva a Nueva York
«no saben que les traemos la peste» (dato que conocemos gracias a un comentario
de Lacan), le da pie a la autora para recordar que fue la peste la que asoló Tebas a
causa de su rey, Edipo. Edipo, que da nombre al más conocido complejo freudiano
y que María Balmary también cuestiona, pues no pierde de vista en ningún momento
que si algún sentido tiene el psicoanálisis, como las religiones, es servir para la
liberación del individuo, que para cadenas ya se encarga la realidad de dejarnos
bien abastecidos.
En fin, una joyita de 83 páginas que da mucho juego a quien le guste esto de
estrujar las neuronas

'Freud hasta Dios', el último ensayo de Marie Balmary, una psicoanalista y lectora de la Biblia que «va por libre»


'Freud hasta Dios', el último ensayo de Marie Balmary, una psicoanalista y lectora de la Biblia que «va por libre»

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La psicoanalista Marie Balmary propone, en Freud hasta Dios, un itinerario que enlaza el psicoanálisis con los textos sagrados. Tanto el psicoanálisis como la vida espiritual son actividades «de lujo», aparentmente prescindibles, pero que dan amplitud a la vida humana. Freud hasta Dios es una invitación a dejar espacio a la dimensión espiritual del ser humano. El volumen incluye el texto de la conferencia «Religiones par servirlas o para que nos sirvan», que defiende que las religiones deben estar servicio de las personas, y no las personas al servicio de las religiones.
«El psicoanálisis, ¿no es un lujo?» A esta pregunta que le plantearon al final de una conferencia, la psicoanalistaMarie Balmary responde: «Tiene razón, el psicoanálisis es un lujo. Como toda la vida espiritual.»
Si psicoanálisis y espiritualidad parecen de entrada incompatibles, Balmary nos dice que la práctica clínica y un nuevo acceso a los textos espirituales llevan a pensar la vida espiritual como el lujo de la humanidad, como lo que da amplitud a la vida humana.
El volumen incorpora el texto de la conferencia «Religiones para servirlas o para que nos sirvan», pronunciada en el Instituto Francés de Barcelona en 2008 con motivo de la traducción catalana de El monje y la psicoanalista, la primera obra de Marie Balmary traducida al catalán y al castellano.
Ignasi Moreta, editor de Fragmenta, destaca: «Conocimos la obra de Marie Balmary en 2007, gracias al buen olfato del amigo Andreu Trilla. Aquel mismo año publicamos, en traducción catalana del mismo Trilla, El monje y la psicoanalista. Unos meses más tarde invitamos a Balmary a Barcelona. Su conferencia en el Instituto Francés —«Religiones par servirlas o para que nos sirvan»— fue realmente brillante: nos hablaba de una religión servidora, no de una religión que se hace servir. En 2008 publicamos, también en catalán y en traducción de Trilla, su libro La divine origine. Y este año hemos publicado, en traducción castellana de Julia ArgemíEl monje y la psicoanalista, de manera que, si ya fuimos pioneros en introducir Balmary en el ámbito catalanohablante, hemos vuelto a ser pioneros en introducirla en el ámbito hispanohablante. Finalmente, acabamos de publicar Freud hasta Dios, en traducción catalana de Andreu Trilla y castellana de Julia Argemí, con la citada conferencia. De esta manera, nuestra apuesta por Balmary es sólida y de largo recorrido. Estamos convencidos de que es una de las estudiosas de la Biblia con más sagacidad hermenéutica: su honestidad científica y su libertad la llevan a menudo a cargarse siglos de exegesis bíblica. Su polémica con las grandes figuras del psicoanálisis (Freud y Lacan, especialmente) también prueba su honestidad e independencia. Balmary, psicoanalista y lectora atenta de la Biblia, va por libre. En todos los sentidos. Por ello, leerla es un auténtico lujo.»
Marie Balmary ejerce el psicoanálisis en París. Al terminar la carrera de psicología, en los años setenta, presenta una tesis sobre los fundamentos del psicoanálisis en la que defiende una relectura del mito de Edipo. Rechazada por la Sorbona, Balmary la publica como libro (L’homme aux statues. Freud et la faute cachée du père, 1979). Posteriormente, se orienta hacia los relatos fundadores de nuestras civilizaciones, esencialmente la Biblia. Expone estas investigaciones en tres obras: Le sacrifice interdit. Freud et la Bible (1986), La divine origine. Dieu n’a pas créé l’homme (1993; versión catalana en Fragmenta: 2008), y Abel ou la traversée de l’Eden (1999). En Le moine et la psychanalyste (2005; versión castellana: El monje y la psicoanalista, Fragmenta, 2011) recurre al género narrativo para ofrecer un resumen de toda su obra.

Marie Balmary


Marie Balmary es una psicoanalista francesa, nacida en Bretaña y afincada en París,1 dedicada tanto a la práctica profesional de la psiquiatría como a la investigación.2
Discípula de Jacques Lacan, se dio a conocer en la década de 1970 por su relectura del complejo de Edipo descrito por Sigmund Freud.3 En su trabajo, Balmary intentó recuperar la historia del padre de Edipo,Layo,4 según el relato mitológico y la etimología del lenguaje, además de relacionar el complejo y su descripción freudiana con la historia de la propia familia de Freud.5 Sus conclusiones, publicadas enL'homme aux statues. Freud et la faute cachée du père (1979),2 fueron rechazadas por muchos de sus colegas, lo que provocó su salida de la Universidad de La Sorbona.6
Prosiguió su trabajo publicando estudios interdisciplinarios en los que busca los puntos de encuento entre el psicoanálisis, las religiones, la Biblia, la mitología (especialmente la griega)7 y otros relatos fundamentales de la civilización occidental.8 Defensora de la necesidad de la dimensión trascendente de la persona, ha expresado sus convicciones en libros como Freud hasta Dios (2010)9 y en una de sus obras más conocidas, El monje y la psicoanalista (2005), fruto de sus conversaciones con Marc-François Lacan,10 hermano pequeño de Jacques Lacan y monje benedictino.11

[editar]Obras

  • 1979 : L’homme aux statues. Freud et la faute cachée du père
  • 1986 : Le sacrifice interdit. Freud et la Bible
  • 1993 : La divine origine. Dieu n'a pas créé l’homme
  • 1999 : Abel ou la traversée de l’Eden
  • 2001 : Je serai qui je serai
  • 2005 : El monje y la psicoanalista (Le moine et la psychanalyste), edición española por Fragmenta Editorial2011ISBN 9788492416370
  • 2010 : Freud hasta Dios (Freud jusqu'à Dieu), edición española por Fragmenta Editorial2011ISBN 9788492416455