Marie Balmary
Marie Balmary
Sin prejuicios
XAVIER GÓMEZ
“La persona más útiles la que te salva de
la vergüenza”
LA CONTRA
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS
AMIGUET
En los 70 presenta su tesis sobre los
fundamentos del psicoanálisis y
pone en duda el complejo de Edipo. La
Sorbona y el establishment psicoanalítico la rechazan, así Balmary se libra del
vasallaje incondicional a las enseñanzas de Jacques Lacan y contacta con su
hermano, Marc Lacan, un monje benedictino (de sus conversaciones nace El monjo
i la
psicoanalista, Fragmenta Editorial). La
joven psicoanalista no está de
acuerdo con el Dios bíblico que dibuja
Freud e intuye que ese texto fundacional de nuestra civilización encierra importantes
claves. Desde entonces estudia la Biblia en hebreo y en griego y tiene un grupo
de lectura e interpretación que relee cada fragmento, sin prisa, sin
prejuicios.
Con qué idea sublevó a sus colegas?
En mi tesis quise revisar algunas de las
ideas de Freud, como el complejo de Edipo. Cuando comenzó a tratar a mujeres
que decían haber sufrido abusos sexuales por parte de su padre, hermano o familiar,
Freud las creyó. Pero tras la muerte de su padre se desdijo.
Y para usted esos abusos no tenían nada
de imaginarios.
Exacto. En la propia familia de Freud
había una atmósfera de secreto. Su padre estuvo casado tres veces, una de sus
mujeres desapareció misteriosamente y Freud no se enteró hasta la muerte de su
padre. Fue entonces cuando concluyó que no podía haber
tantos abusos por parte de los hombres,
que
se trataba de los deseos inconscientes
de
sus pacientes femeninas de tener
relaciones
sexuales con su padre.
Dicho así parece una simpleza.
No olvidemos que Freud vivió en la Viena
victoriana. “¡Usted está destruyendo el
psicoanálisis!”, me dijo mi profesor de
tesis,
alumno de Lacan. Entonces Lacan me
llamó, quería conocer mi investigación.
Al
final de la conversación me dijo que mi
tesis era muy interesante y que pasara por
caja. Quería que le pagara la consulta.
Y se fue a ver al hermano pequeño de
Lacan, monje benedictino. ¿Por qué?
Buscaba hacer compatible la dimensión
espiritual con la psicoanalítica, esa vía que había cerrado Freud. Los textos
bíblicos son el
fundamento de nuestra cultura, en ellos
se
define el yo, el tú. La lectura de la
Biblia de
aquel hombre feliz y sereno era muy
abierta
y jamás se servía de Dios contra el
hombre.
Buen criterio.
Me dio la fuerza que necesitaba para
excavar en los textos bíblicos donde se ve claramente que hay dos religiones
según la manera como se traduzcan: una religión a la que
hemos de servir y otra que nos sirve.
¿Cómo interpreta el pecado original?
Las palabras culpa y pecado no se citan
en
el relato del jardín del Edén, aparecen
con
Caín y como un peligro que le amenaza.
Dios le dice: “La culpa está escondida
ante
tu puerta y tú tienes que dominarla”.
¿Y eso qué significa?
La culpa no se presenta como algo moral,
está narrando la dificultad de la
relación entre hombre, mujer, padre, hijo, madre.
Una lectura psicoanalítica, sin duda.
En la Biblia encontramos la misma
lectura
simbólica que permite que la gente encu
¿Sin culpas ni sacrificios?
Así es, no es un Dios que pide
sacrificios, es el Dios de la palabra que apela al ser humano a liberarse y
expresar un yo profundo capaz de formar parte de un nosotros significativo.
Creo que incluso para los no creyentes es tranquilizador saber que Dios no
pidió a Abraham que matara a su hijo.
¿Ah, no?
Le pide, en hebreo, que lo levante, que
lo eleve. Pero Abraham no conoce otra manera, según las costumbres, que
quemarlo. Y
cuando se lo pide se nombra a sí mismo
como Elohim, que significa “los dioses”. Cuando le dice que no le haga daño al
niño se
nombra YHWH, como el yo personal, el
Dios que le cura de la obediencia de
matar.
Entonces es un texto lleno de matices.
Lo es, pero en la mayoría de las
traducciones se pierden. En el pasaje del Génesis 17,
15, Dios le dice a Abraham que a su
mujer,
Sarai, que significa “mi princesa”, la
llame
Sara, que significa “princesa”, es
decir, princesa para ella misma.
¿Qué otros puntos clave nos ayudan a cambiar
esa visión de un Dios arbitrario?
Cuando Caín y Abel hacen sus ofrendas,Dios
acepta la de Abel y rechaza la de Caín;me llevó 17 años entenderlo: Abel le
ofrece
ovejas de su rebaño y Caín le ofrece
frutos
de la tierra, como un dibujo sin firmar,
y
Dios no acepta que no esté presente en
su
ofrenda. Este Dios quiere que las
personas
sean ellas mismas. Otro ejemplo del
nuevo
testamento: “Amarás a tu prójimo como a
ti
mismo”, ¿conoce las palabras
precedentes?
No.
Viene a decir: no guardes rencor contra
tu
hermano, pero tendrás que reprocharle
cosas para no cargar con su culpa; y así amaras a tú prójimo como a ti mismo.
No es posible amar al otro como a ti mismo si no le has
aclarado su falta contra ti.
Entonces, ¿no estamos malditos?
En el Génesis, Dios no maldice a Adán y
Eva, maldice a la serpiente. Pero en
nuestro
espíritu tenemos un ogro, una voz que
nos
culpabiliza, que nos hace reproches más
feroces que los que nos hicieron nuestros padres. A menudo leemos la Biblia
desde esa
voz y creemos que esa es la voz divina.
¿Qué corrompe nuestra mente y qué la
sana?
Quizá la mentira sea lo más terrible y
la verdad lo más sanador, porque cuando reconocemos un error, una maldad, el
propio mal
puede convertirse en bien, porque la
verdad sobre el mal cambia el mal. Cuando uno
reconoce ante otro que le ha hecho daño,
nace una nueva relación.
A usted ¿qué verdad le ha servido?
Expulsar de mi cabeza esas otras voces
que
no eran mías, las que te dicen “¡Porque
tú...!”. Eliminar esa falsa conciencia
te permite otro tipo de relaciones de mayor calidad, estar realmente presente.
El filósofo
André Chouraqui decía que la persona más
útil es la que te salva de la vergüenza.
IMA SANCHÍS
Sin prejuicios
XAVIER GÓMEZ
“La personamás útilesla
que te salva delavergüenza”
LA CONTRA
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS
AMIGUET
En los 70 presenta su
tesis sobre los fundamentos del
psicoanálisis y
pone en duda el complejo de Edipo. La
Sorbona
y el establishment psicoanalítico la
rechazan, así
Balmary se libra del vasallaje
incondicional a
las enseñanzas de Jacques Lacan y
contacta
con su hermano, Marc
Lacan, un monje benedictino (de sus
conversaciones nace El monjo i la
psicoanalista, Fragmenta Editorial). La
joven
psicoanalista no está de
acuerdo con el Dios bíblico que dibuja
Freud e
intuye que ese texto fundacional de
nuestra civilización encierra importantes claves. Desde entonces estudia la
Biblia
en hebreo y en griego y
tiene un grupo de lectura e
interpretación que
relee cada fragmento,
sin prisa, sin prejuicios.
Nací en Bretaña y vivo en París. Casada,
dos hijos y tres nietas. Creo que tanto en sociedad
como en política lo importante es el
intercambio. La trascendencia es una dimensión del alma, del corazón humano, que
busca manifestarse, lo veo a diario en la consulta
PASEO DE GRACIA, 95
BARCELONA
TEL. 0 93 4672256
DOLCEGABBANA.IT
M
Freud hasta Dios
De Mary Balmary
Qué gran libro ha caído en mis manos.
«Freud hasta dios», de Marie Balmary,
editado por Fragmenta Editorial. La
autora es psicoanalista y busca en la teoría
freudiana las fallas que mantiene con
respeto a las teorías religiosas de la
liberación. Se completa con el texto de
una conferencia dada en Barcelona en 2008
con el significativo título de
«Religiones para servirlas o para que nos sirvan».
En «Freud hasta dios», siguiendo el
acostumbrado camino del análisis psicológico
de extraer conclusiones generales de
citas concretas particulares, va hilvanando
citas de Freud, de Jung, de Ferenczi, de
Nietzsche y de las Escrituras. Cuando, por
ejemplo, Freud le comenta a Jung y
Ferenczi en el barco que les lleva a Nueva York
«no saben que les traemos la peste»
(dato que conocemos gracias a un comentario
de Lacan), le da pie a la autora para
recordar que fue la peste la que asoló Tebas a
causa de su rey, Edipo. Edipo, que da
nombre al más conocido complejo freudiano
y que María Balmary también cuestiona,
pues no pierde de vista en ningún momento
que si algún sentido tiene el
psicoanálisis, como las religiones, es servir para la
liberación del individuo, que para
cadenas ya se encarga la realidad de dejarnos
bien abastecidos.
En fin, una joyita de 83 páginas que da
mucho juego a quien le guste esto de
estrujar las neuronas